El Bicentenario peruano: ¿Qué rumbo seguir?
- sebastian juarez aguilar
- 28 jul 2021
- 12 Min. de lectura
Actualizado: 5 sept 2021
Elaborado por: Sebastián Juárez Aguilar y Milca Santur Alcocer.
Editado por: Milca Santur Alcocer.
El bicentenario del Perú es como poseer estrellas, tal como lo narra el autor del Principito. Poseer estrellas es como tener riquezas en un mundo en el que todo puede ocurrir. A doscientos años de constituida la republica de Perú, el país es conocido por ser uno de los más ricos en Latinoamérica, sin embargo el reconocimiento de poseer tal característica es en vano en un contexto de inestabilidad política, puesto que todo lo construido hasta el momento en materia económica podría destruirse.
En este trabajo se realizó una investigación descriptiva – analítica, basándose en el trabajo realizado por Mendoza (2017), quien plantea cuatro momentos por los cuales ha pasado la economía peruana durante estos 200 años. El objetivo principal de este artículo fue encontrar semejanzas y diferencias en el desarrollo de cada ciclo económico por el que ha pasado nuestro país, obteniendo resultados que servirán para tener una visión más clara de las acciones que se necesitan reestablecer al momento de gozar de un auge económico.
El primer momento económico (1830 – 1893), que fue notable en la historia de Perú, se da poco después de independizarse de España cuando el naciente gobierno comenzó a explotar salitre y guano. Por los componentes químicos que poseían se volvieron los productos más requeridos por la industria agrícola europea de aquella época. Comparando los ingresos producidos por ambos recursos naturales, el guano era el más rentable, se ganaba más exportando guano que salitre, por lo que el comercio se centró mayoritariamente en la explotación y exportación de este producto, descuidando de esa manera la venta del salitre, acción que fue considerada como un “terrible error” por Ceroni (2012). Con los ingresos generados en ese entonces fue posible llevar a cabo obras sociales, entre las que destacan se encuentra la fundación de varios departamentos al interior del país, la creación de la Sociedad de Beneficencia Pública de Lima, asimismo la instalación del alumbrado a gas y el servicio de agua potable en Lima, además la construcción de ferrocarriles y carreteras en distintas zonas del país, la abolición de la esclavitud, la ampliación de zonas cultivables, promoción de escuelas públicas y por último la fundación de instituciones para promover el desarrollo cultural del país y la creación de la Escuela Normal de Mujeres, inspirada en las escuelas modelo francesas.
En cuanto a la administración del guano, ésta fue paupérrima debido a la sobre explotación que existió durante décadas. Es así como el boom del guano, denominado por Basadre como “prosperidad falaz”, llega a su fin, en medio de un contexto crítico y un futuro oscuro, según describe Mendoza (2017). “Las causas de este declive tenían que ver con el eclipse progresivo de la favorable coyuntura guanera, que se manifestaba en la incapacidad de la hacienda pública para pagar las numerosas deudas contraídas” (Guerra, 2013, p. 200). Es en este ámbito en el que se cancela el contrato Dreyfus, se expropian todos los yacimientos de salitre, el gobierno toma una postura proteccionista frente al libre comercio y se inicia la guerra con Chile, luego se desarrolla el segundo militarismo, la moneda nacional se debilita producto de la coyuntura y se suspende el pago de la deuda externa, mientras que en el plano internacional se origina la crisis mundial de 1983 lo que agravó la caída de la recaudación de impuestos por medio de aduanas y finalmente, se aumentaron los tributos internos lo que derivó en un gran descontento social. Al finalizar la guerra con Chile, el Perú se encontraba en bancarrota, los sectores productivos más importantes quedaron destruidos y se inició una guerra civil provocada por la crisis política entre dos partidos políticos, uno al mando de Miguel Iglesias y otro al mando de Andrés Avelino Cáceres. Posteriormente, la estructura económica peruana experimentó algunos cambios importantes, debido a la crisis mundial de 1893, la recaudación de impuestos paso a depender de la producción y consumo nacional más que del extranjero, además muchos peruanos beneficiados con el comercio del guano e inmigrantes con alta capacidad empresarial decidieron invertir en las haciendas del norte peruano con la finalidad de impulsar y mejorar la producción azucarera.
El segundo momento económico (1894 – 1942) empieza con el crecimiento de la industria azucarera motivada por la colocación de capitales, el apogeo en este sector captó la atención internacional debido al aumento de la capacidad productiva la cual llego a su máximo nivel en ese entonces. El gobierno peruano se dio cuenta de que debía educar a la población agrícola, es por ello que en 1901 contrató especialistas en agricultura provenientes de Bélgica, los cuales realizaron diversas investigaciones y dieron paso a la creación de la Escuela de Agricultura, lo que hoy se conoce como Universidad Agraria de la Molina. Entre las obras sociales más importantes de ese periodo se destaca la creación de escuelas de talleres artesanales ubicados en las capitales, la inauguración del alumbrado eléctrico en el Centro de Lima, la realización de obras de saneamiento, es decir instalaciones de agua y desagüe en toda la ciudad, asimismo la prolongación de carreteras y ferrocarriles, también se produjo un incremento del empleo lo que impulsó el desarrollo agrícola, la creación de escuelas correccionales y la construcción de locales escolares, finalmente se implementaron políticas en favor de la clase obrera como la creación de hospitales y casas.
Con la firma de la convención de Bruselas y la incorporación de tecnología avanzada, la industria azucarera se posicionó como el pilar del crecimiento económico, no obstante, las decisiones políticas del presidente Benavides (1914) jugaron a favor de los productores alemanes y condujeron al debilitamiento financiero de los hacendados peruanos, el motivo principal fue que los productos nacionales eran más caros en comparación al de la competencia (Dargent, 2017). Años más tarde ocurrió la crisis de 1929, la que situó el fin del segundo boom económico, provocando que caiga el precio de las exportaciones y de casi todas las materias primas, incluso se declaró en quiebra el Banco del Perú y el de Londres, se interrumpió el financiamiento y la inversión externa, asimismo se generó una recesión económica, aumentó el desempleo, se debilitó la moneda nacional y se suspendió el pago de la deuda externa. Contreras (2009) afirma que la Gran Depresión “tuvo un mayor impacto en la economía en la medida en que, precisamente a raíz del auge exportador y la expansión del transporte y la educación impulsados por los gobiernos desde 1900, el grado de compromiso del país con el comercio había crecido significativamente”.
Cuadro 1. Evolución de los ingresos y egresos públicos en el Perú, 1929-1943

Nota: Los efectos de la crisis del 29 fueron breves. La tendencia bajista de los ingresos llegó hasta 1932, año en el cual la economía comienza a recuperarse gradualmente (se promueve la industrialización, y se continúa con Liberalismo).Fuente: Contreras (2009). Elaboración propia.
El tercer momento económico inicia años después de la crisis de 1929 con el posicionamiento de sectores claves como el minero y pesca, debido a ello se creó el Banco Industrial (1936) y el Banco Minero (1941). La recomposición del sector minero surge con la implementación del “Tajo Abierto” puesto que permitía la explotación de minas con bajo nivel de concentración metálica, por ejemplo: el yacimiento minero de cobre en Moquegua (Seminario, 2011, p. 27). Por otro lado, la pesca también es reestructurada gracias a la modernización del proceso productivo durante el Oncenio de Leguía. Ésta actividad paso de ser una actividad artesanal a una industrial gracias a micro y pequeños empresarios que provenían de realizar actividades en el mercado interno y que decidieron orientar su producción hacia Estados Unidos y ya no depender solamente de la comercialización del bonito sino también de la anchoveta, indicaron Maldonado y Puertas (2011). Entre las obras sociales más importantes resalta la creación de la Corporación Peruana de Aviación Comercial, la construcción de carreteras en la sierra y selva del país, la creación de seguros sociales, asimismo el funcionamiento del Plan Nacional de Vivienda, obras de irrigación y la aplicación de la enseñanza gratuita en todos los niveles, desde inicial hasta superior. El sector minero y pesquero fueron activados con éxito gracias a la inversión extranjera convirtiéndose el país en una economía primario-exportadora, sin embargo las brechas entre pobres y ricos y pobres y pobres extremos se hicieron cada vez más evidentes.
Cuadro 2.
Composición del PBI por sectores en el Perú, porcentajes respecto del total, 1929-1941

Nota: Es a partir de 1929 donde la minería desplazó a la agricultura como sector económico principal, salvo en los años 1932-1933 y 1941. Fuente: Contreras (2009). Elaboración propia.
A finales de la década de los 60 asumió el poder el gobierno militar basándose en la premisa que el crecimiento económico no se veía reflejado en el bienestar de la población. Como medida, aplico un modelo nacionalista con políticas proteccionistas (Wicht, 1980), el cual en vez de mejorar la situación y reducir la dependencia hacia el exterior terminaron agravando la situación económica del país, ni siquiera la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) pudo sostenerla, pues la demanda interna representada por el consumo cayó a niveles críticos a finales de la década de los 70s. Los efectos de establecer políticas comerciales proteccionistas fueron: la disminución de las exportaciones e importaciones, el incremento de la deuda externa, tasas de crecimiento del PBI negativas, a su vez el desempleo aumentó considerablemente, la inflación llegó a niveles nunca antes registrados en la historia republicana. Como indicó Wicht (1980), el desafío más importante para la década de los 80s era solucionar el problema del empleo, sin embargo, a esto se le sumó el surgimiento de movimientos terroristas, el fenómeno del niño de 1983, el aumento acelerado de la inflación y el incremento de la deuda externa.
Con el fin del régimen militar, la convocatoria a una Asamblea Constituyente en 1979 y el retorno a la democracia en 1980 se esperaba que el Perú saliera de la crisis en la que estaba inmersa, lamentablemente no fue así. Los gobiernos elegidos en la década de los 80s fueron Acción Popular (1980-1985) y APRA (1985-1990), los cuales aplicaron medidas económicas que agravaron la condición económica. Empezando por Belaunde quien en los dos primeros años de su gobierno aplicó políticas expansionistas, es decir, aumentaron el gasto y la inversión pública, sumado a esto, el gobierno quiso mejorar la imagen financiera haciendo un prepago de la deuda externa, mencionó Portocarrero (1989). En los años restantes de su mandato tuvo que cambiar de estrategia: aplicó políticas contractivas (menos gastos más impuestos), devaluó la moneda para contrarrestar el déficit comercial experimentado en sus primeros años. Fue así como Belaunde dejó el mando, dejando un equilibrio externo y fiscal, pero una recesión y una creciente inflación.
En 1985 toma el poder Alan García implementó medidas de corte populista como remuneraciones elevadas, control de precios e incremento de gasto e inversión pública, además decidió limitar el pago de la deuda externa con el propósito de salir de la recesión, aumentar el empleo y reducir las expectativas inflacionarias. Esta política expansionista fue sostenible solo hasta fines de 1986, después de ello se experimentaron las consecuencias de tales medidas: un desequilibrio externo debido al incremento de las importaciones, la reducción de las exportaciones y la reducción del tipo de cambio. A partir de inicios de 1987 el país enfrentó una crisis económica que no supo manejar. “La orientación populista de la política económica generó así resultados muy desfavorables, profundizando significativamente la recesión, agravando la inflación y dificultando una recuperación del dinamismo productivo” (Portocarrero, 1989, p. 114).
El cuarto momento comienza con las elecciones de 1990 donde Alberto Fujimori resulta ganador. Fujimori aplicó medidas que cambiaron el rumbo económico del país, entre ellas, retomó las relaciones con el FMI y el Banco Mundial. Entre las políticas económicas más resaltantes se encuentra el aumento por recaudación tributaria y el incentivo a exportar productos tradicionales. Asimismo, se crearon entidades regulatorias en distintos campos económicos. Con estas medidas se estabilizó el valor de la moneda nacional y el Perú se abrió camino a un modelo neoliberal, en donde, como indican Thorp y Zevallos (2001), se priorizó el pago de la deuda externa y la privatización de empresas estatales; por otro lado, la captura de Abimael Guzmán fue clave para controlar los ataques terroristas obligándolos a retirarse a zonas alejadas. Fueron estas reformas implementadas en la década de los 90s y la continuidad del modelo por medio de los posteriores gobernantes lo que permitió la expansión de la minería a nivel nacional y se dio paso a un auge prolongado de las exportaciones de estos productos que no solo aportaron alrededor del 13% del PBI entre 1995 y 2015, sino que a la vez representó más del 75% de las exportaciones entre 2002 y 2015 según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería, Osinergmin (citado por Manrique y Sanborn, 2021). Entre las obras sociales más importantes destacan la instalación de la Defensoría del Pueblo, la creación de Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (PRONAA), la construcción de colegios de alto rendimiento, la implementación de programas sociales (Techo propio, Mi vivienda, Pensión 65, Vaso de leche, entre otros) y educativos (mejor salario a profesores, se remodelaron escuelas emblemáticas, se otorgaron becas, créditos, entre otros), la construcción de carreteras en todo el país, construcción de la moderna línea 1 del metro en Lima, además se construyeron diferentes hospitales en el interior del país.
El Perú venia experimentando un crecimiento continuo hasta que la crisis financiera mundial del 2008 tuvo un impacto negativo en la economía peruana del siguiente año (ver el cuadro 3), aunque este fue moderado, como concluye en su trabajo Sánchez (2020) “El fuerte impacto de la crisis y desequilibrio del sistema financiero del mundo han sido moderados o leves en el Perú, esto se debe a prácticas de una cabal disciplina fiscal y a la disposición adecuada de las finanzas públicas”. Como se observa en el cuadro 3, durante el cuarto ciclo económico de la economía (Mendoza, 2017) la economía solo registró variaciones negativas del PBI en 4 años (en 1990 si bien se registró un decrecimiento de la economía debido a la tendencia bajista de los década anterior, esta tendencia venia mejorando), ello refleja que nuestro país gozó de un crecimiento con una tendencia al alza durante casi 20 años. A partir del año 2010 en adelante, si bien existió un crecimiento económico, las variaciones cada año marcaban lo que hoy claramente se observa, una tendencia bajista (ver cuadro 3). En el transcurso del 2011 hasta el 2019 se suavizó el crecimiento del PBI por diversos factores tanto internos (desastres naturales, crisis política, conflictos sociales, entre otros) como externos (recesión mundial, caída de las exportaciones a China, entre otros), hasta que en el 2020 producto de la pandemia COVID 19 se dio el peor registro de la variación del PBI en los últimos 30 años (-11% aproximadamente).
Cuadro 3.
Producto Bruto Interno por sectores productivos (variaciones porcentuales reales)-PBI 1990-2020

Fuente BCRP. Elaboración propia
Conclusiones:
Los ciclos económicos por los que ha pasado el Perú tienen muchas similitudes, pues en los cuatro momentos se identificaron cuatro booms económicos: el primero fue producto de la extracción y exportación de guano y salitre; el segundo; del crecimiento y desarrollo de la industria azucarera; el tercero, de la reestructuración del sector minero y pesquero; y el cuarto; de la apertura comercial, estabilidad jurídica que proporcionaba la constitución, autonomía del banco de moneda y de la captura de los grupos terroristas. Como variable que ha impulsado el crecimiento de la economía en estos cuatro momentos resalta la exportación de materias primas, eso coloca al país como primario exportador. Las autoridades deben primar el desarrollo tecnológico e industrial, de esa forma podrían repetir lo que ocurrió en el segundo momento y pasar de ser un país subdesarrollado a uno desarrollado.
Las medidas o políticas del estado no estuvieron orientadas al desarrollo económico es por ello que después de los incrementos del PBI y los incrementos de las tasas de ingreso por persona durante los cuatro momentos descritos, surgían grupos que tenían descontento debido a que la bonanza no se veía reflejada en sus bolsillos, había necesidad de reducir la brecha entre pobres y ricos en cuanto a ingresos, gastos de consumo, calidad de educación y oportunidades se refería. Si bien es cierto se realizaron obras sociales importantes, estas fueron insuficientes para las necesidades que requería la población. En el primer momento, en la era del guano y salitre, no hubo un manejo sostenible de los recursos; en el segundo; las autoridades no protegieron la industria azucarera creciente; en el tercer momento, se aplicaron políticas proteccionistas extremistas seguido de políticas fiscales expansivas en un escenario de recesión e inflación desmesurada; y en el cuarto, la inestabilidad política y un mal manejo de la pandemia. Se identificó que los motivos recurrentes que conllevan a una crisis económica son la mala gestión de los recursos, el desentendimiento de la realidad nacional por parte de las autoridades al llegar al poder, políticas comerciales restrictivas, y la falta de políticas de contingencia. El comercio es el principal motor de las economías de casi todos los países en el mundo y Perú no es indiferente a esa situación, por lo que se deben plantear estrategias que ayuden a aprovechar al máximo el mercado externo y a la vez fortalecer la economía interna. El país atraviesa una de las crisis económicas más fuertes de su historia, sabiendo que después de la crisis sigue el crecimiento, la pregunta para el lector es: ¿Qué sector cree que necesita ser reestructurado? ¿Qué servicio o producto cree que se pueda potenciar su exportación para que la economía se reactive y de esa forma comenzar el quinto momento, la quinta ola, el quinto ciclo?
Glosario:
Auge económico. según Prebisch (1948) el auge económico es la fase en donde los precios de los productos primarios tienden a subir más rápido que los productos manufacturados.
Referencias:
Ceroni, M. (2012). Perú, el país de las oportunidades perdidas en ciencia: el caso de los fertilizantes. Revista de la Sociedad Química del Perú, 78(2), 144-152.
Contreras, C. (2009). La crisis mundial de 1929 y la economía peruana. En O. Dancourt y F. Jiménez, editores (Ed.), Crisis internacional Impactos y respuestas de política económica en el Perú (21-55). Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Dargent, E. (2017). Historia del azúcar y sus derivados en el Perú. Instituto de Investigación del Patrimonio Cultural.
Guerra, S. (2013). La dramática historia de la Guerra del Pacífico (1879-1883) y de sus consecuencias para Bolivia. Revista Izquierdas, (15),193-213.
Maldonado, H. y Puertas, M. (2011). La pesca industrial peruana antes de la anchoveta (1923 - 1955). Investigaciones Sociales, 15(27), 559-573.
Manrique, H. y Sanborn, C. (2021). La minería en el Perú: balance y perspectivas de cinco décadas de investigación. Perú: Fondo editorial de la Universidad del Pacífico.
Mendoza, J. (2017). Cuatro momentos económicos en la historia del Perú Republicano. Pensamiento Crítico, 22(2), 229–244.
Portocarrero, F. (1989). La economía peruana en los años 80. Apuntes. Revista De Ciencias Sociales, (25), 105-118.
Prebisch, R. (1981). Capitalismo periférico, crisis y transformación. México: Fondo de Cultura Económica.
Sánchez, B. (2020). Crisis económica mundial del 2008 y su impacto en la evolución de la economía peruana. QUIPUKAMAYOC, 28(57), 35-42.
Seminario, L. (2011). Las Cuentas Nacionales del Perú, 1700- 2010: Estimados Preliminares. DOCUMENTO DE DISCUSIÓN DD/12/11. Lima: Universidad del Pacifico - Centro de Investigación.
Thorp, R. y Zevallos, G. (2001). Las políticas económicas del régimen de Fujimori: ¿un retorno al pasado? Economía, 24(47), 9-42.
Wicht, J. (1980). Contrastes y sorpresas de la economía peruana en 1979. Apuntes. Revista De Ciencias Sociales, (10), 33-40.
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