EL DÉFICIT HABITACIONAL, ¿REALIDAD DE LAS VIVIENDAS PERUANAS?
- Mafer Dextre
- 18 may 2022
- 8 Min. de lectura
RESUMEN
En nuestro país es frecuente observar la construcción de las viviendas peruanas en condiciones de precariedad, constantemente estas familias se encuentran vulnerables a los distintos desastres naturales que son habituales en nuestra ubicación geográfica. Las características de esta deficiencia se reflejan en la calidad de los hogares; sin embargo, existe un indicador que considera estas brechas, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. La importancia de este indicador radica en localizar las zonas con mayores índices de déficit habitacional para así focalizar la implementación de políticas que logren reducirla, ya que el acceso a una vivienda digna es un derecho y, por ende, el Estado debe velar por su cumplimiento. A lo largo del presente artículo se abordará el concepto, medición, clasificación y causas del mismo. Así como las zonas con mayores valores y posibles recomendaciones para su mejora.
REDACCIÓN
¿Qué se entiende por déficit habitacional?
Este concepto surge ante la necesidad de carencia de una vivienda y las condiciones en las que se habita; es decir, la calidad de la misma. Entre las condiciones a considerar se encuentra el acceso a servicios básicos (agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, etc.) y la satisfacción de las necesidades básicas.
El déficit habitacional es el conjunto de requerimientos para una vivienda digna por parte de la población. Entre los cuales destacan la demanda por adquirir nuevas viviendas ya que no serían consideradas dignas y viviendas que no cuentan con acceso a servicios básicos (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2009).
Una vez esclarecido este indicador de la calidad de las viviendas, se sabe que existen dos tipos de este déficit: el cuantitativo y el cualitativo. El primero guarda relación con la carencia de viviendas en aptas condiciones y que no cubren su demanda poblacional. La segunda hace referencia a su calidad (material de construcción, hacinamiento, servicios básicos).
¿Cómo se mide el déficit habitacional en el Perú?
La medición del déficit habitacional es elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) gracias a los datos recogidos en los censos nacionales. Su cálculo se basa en la suma del déficit cuantitativo con el cualitativo, el cual está en función de índices de sus componentes dependiendo el tipo de déficit que estemos analizando.
El déficit cuantitativo se calcula como la suma del déficit tradicional y el tipo de vivienda, esto va a permitir saber cuántas viviendas se necesitan reponer para satisfacer las necesidades de adquirir una nueva y reemplazar las inadecuadas.
Figura 1
Cálculo del déficit cuantitativo de viviendas, según sus componentes
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (2009), el primer componente de este déficit es el tradicional, el cual expresa la diferencia entre todos los hogares existentes y las viviendas que están ocupadas en el territorio nacional, este indica cuántas viviendas faltan construirse para que en cada una de ellas habite un solo hogar. El segundo componente son el tipo de viviendas, pueden ser improvisadas no propias, no destinado para la habitación humana u otro tipo. Lo primero indican que están construidas con material ligero (desecho, ladrillo o adobe) y no poseen el derecho de propiedad (alquiladas, beneficios por el trabajo/hogar/institución u otras formas). El local no destinado para habitación humana es aquel lugar que ha sido adaptado para habitarlo (establos, oficinas, fábricas, almacenes, etc.). Por último, otro tipo son espacios no destinados para su ocupación; sin embargo, al momento del censo, se encuentran habitadas (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2009).
Mientras que, para el cálculo del déficit cualitativo, primero se excluye a las viviendas que ya se contabilizaron en el déficit cuantitativo. De lo restante de calcula el índice de materialidad de la vivienda, el índice de hacinamiento excluyendo antes aquellas viviendas con materialidad irrecuperable) y finalmente el índice de servicios básicos servicios básicos excluyendo viviendas con materialidad irrecuperable y hacinadas (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2009).
Figura 2
Cálculo del déficit cualitativo de viviendas, según sus componentes
El índice de materialidad de la vivienda considera principalmente al material de las paredes, techos y pisos; clasificándolas como aceptables, recuperables o irrecuperables dependiendo el área en el que se encuentre, urbana o rural. Entonces una vivienda es considerada aceptable si solo si cuenta con paredes y pisos de la misma condición, vivienda recuperable cuando las paredes y pisos son de tipo recuperable y las irrecuperables, aquellas con paredes del tipo irrecuperables.
El otro índice para considerar es el hacinamiento, su cálculo es una división entre el número total de personas por vivienda y el número de habitaciones en la vivienda (sin baño, garaje y cocina). Una vivienda es considerada hacinada si el valor del cociente es mayor a 3, caso contrario, no está hacinada; en este índice no se considera a las viviendas con materialidad irrecuperable.
Por último, está el índice de los servicios básicos, este se basa en el abastecimiento del agua, baño o desagüe y el alumbrado según su área (urbana o rural). Su clasificación puede ser aceptable, deficitaria, dispone o no dispone, depende de la condición a la que se haga referencia. Si la vivienda cuenta con los tres servicios a la vez, se clasifica como vivienda con servicios básicos aceptables. En cambio, si no se dispone de los tres servicios a la vez es una vivienda con servicios básicos deficitarios. Se excluye del cálculo a las viviendas con materialidad irrecuperable y/o hacinamiento (Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2009).
¿Cuáles son las zonas del Perú que presentan mayor déficit habitacional?
Sabemos que nuestro país presenta diversidad de zonas geográficas, comúnmente se divide en rural o urbana. Las condiciones de la calidad de las viviendas varían según su localización. Sin embargo, es recurrente que las zonas rurales son las más afectadas y olvidadas por el gobierno, presentando así bajos niveles en la calidad de vida de sus habitantes e incentivándolos a migrar hacia Lima para conseguir mejores oportunidades. El déficit habitacional no será la excepción, como veremos más adelante, presentará mayores porcentajes para este indicador.
Figura 4
Porcentaje de los hogares que presentan déficit habitacional (2013-2017)
Pese a la caída en un 26,14% de la zona rural frente a la urbana en el año 2017 respecto al 2013, no es suficiente para alcanzar los niveles de la zona rural. Esta última cayó en menor porcentaje, 18,69%, presentando menor déficit habitacional. Si nos enfocamos en el total, incluyendo a las zonas rurales y urbanas, la caída es del 23,29%.
En el Perú, se cuenta con una demanda potencial a nivel nacional de 918 mil viviendas frente a una demanda efectiva de 163 mil viviendas, de las cuales Lima y el Callao representan el 61%, lo que nos lleva a concluir que existe 755 de viviendas que no son adquiridas por el resto de la población (Fondo Mivivienda, 2018).
Pese al incremento que han experimentado los hogares durante los últimos años, 39% en el 2020, no es suficiente para cubrir toda la demanda potencial. Además, la oferta formal tampoco se da abasto y es por ello que se recurre en gran medida a construcciones informales. Este último, se caracteriza por viviendas en bajas condiciones como son prefabricadas, chozas, casetas e inclusive no contar con servicios de saneamiento y desagüe; favoreciendo al incremento del déficit habitacional.
Figura 5
Demanda Potencial y Efectiva de viviendas en el 2018, según las diferentes zonas en el Perú
¿Cuáles son las causas de este déficit?
Su origen se relaciona directamente con la falta del empleo y que este no ha sido adecuado ni estable. En consecuencia, no existen facilidades de acceso a los créditos, sumado a ello encontramos la carencia de conocimiento y asesoramiento requerido para la titulación de la propiedad y terreno. Todo ello motiva a las familias a buscar hogares que sean asequibles a sus salarios, caracterizados por sus precarias condiciones (materiales no adecuados, no acceso a servicios básicos e inseguridad ciudadana).
Además de la falta de preocupación del gobierno por acortar estas brechas, este desinterés se refleja en las escasas políticas que servirían de impulso para el acceso a viviendas. Han sido años de olvido por parte de las autoridades, cuyo accionar ponen en evidencia la falta de interés de velar por los derechos de los ciudadanos, principalmente el derecho a una vivienda para gozar de una vida digna. Las situaciones de crisis, como la que se atravesó por el COVID-19, han desenmascarado los serios problemas nacionales, cuyos únicos perjudicados siguen siendo nuestra población.
¿Qué medidas está implementando el gobierno y cuáles debería?
Una de las medidas más conocidas que se implementó en el gobierno peruano, fueron los programas de vivienda, como Techo propio, si bien este último ha ayudado a aminorar la desigualdad en el ámbito de las viviendas, el efecto social no ha sido lo suficientemente significativo como para contrarrestarlo, ya que aún persiste en nuestra sociedad. El acceso a este programa no es universal, restringe a la población que percibe una cierta cantidad de ingresos (3,715.00) mensuales para acceder a viviendas con servicios básicos. Otra modalidad es el Bono Familiar Habitacional el cual está financiado con S/. 38,500.00 para la compra de una vivienda y el resto debe ser financiado por el beneficiario. Sin embargo, no todos cuentan con las condiciones económicas que requiere el programa y optan por viviendas informales.
Por ello, el Estado es el que debería implementar medidas que flexibilicen los ingresos recibidos o el acceso al crédito. Además de una fluida coordinación con los gobiernos locales para que fomenten e implementen eficazmente los proyectos de viviendas, principalmente sociales, y no postergar los permisos, licencias y ejecución de las obras.
CONCLUSIÓN
El déficit habitacional es un problema arraigado desde hace varios años, no solo porque los ingresos percibidos muchas veces no sean suficientes para adquirir una vivienda digna, sumado a ello la falta de acceso a créditos y la desinformación sobre el peligro que esta causa. Esta brecha en la calidad de las viviendas es visible en las diferentes regiones de nuestro país, principalmente las zonas rurales y alejadas. En periodos de crisis, es donde las desigualdades se acrecientan y los perjudicados seguirán siendo la población. Poseer altos niveles de déficit habitacional expone a las familias a mayores riesgos durante su estadía, más aún ante desastres naturales (terremotos, huaycos, entre otros). Es por ello que el Estado debe velar por salvaguardar el acceso a viviendas dignas, siendo una de sus prioridades en sus planes de gobierno y leyes decretadas. Pese a que existen intentos para mejorar este indicador, siguen siendo esfuerzos en vano. Se requiere de un trabajo conjunto entre Legislativo y Ejecutivo, dejando de lado los intereses políticos y priorizando el bienestar de la población.
GLOSARIO
Déficit: carencia o necesidad de algún bien y/o servicio.
Hacinamiento: indica que en un espacio físico que no cuenta con la capacidad suficiente se alberga a un montón de personas o animales, logrando así que estén amontonadas, afectando su higiene y seguridad.
Demanda efectiva: cantidad de determinados bienes y/o servicios que el consumidor llegaría a adquirir dado un precio. Esta depende de los deseos del consumidor y de su restricción presupuestaria.
Demanda potencial: máxima cantidad que se puede requerir de un bien y/o servicio por parte del consumidor en un determinado periodo. Esta depende de variables como precios, ingresos y preferencias.
Crédito: servicio que presta una entidad financiera una cantidad monetaria a una persona que lo necesite. Este último adquiere una responsabilidad de retorno del dinero prestado más una cantidad adicional (intereses).
BIBLIOGRAFÍA
Instituto Nacional de Estadística e Informática (2009). Perú: Mapa del Déficit Habitacional a Nivel Distrital, 2007. Dirección Técnica de Demografía y Estudios Sociales. https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib0868/libro.pdf
Instituto Nacional de Estadística e Informática (2018). Encuesta Nacional de Programas Presupuestales 2011-2017. Dirección Técnica de Demografía y Estudios Sociales. https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1520/libro.pdf
Fondo Mivienda (2018). Estudio de demanda de vivienda a nivel nacional. https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/154530/presentacion_-_estudio_de_demanda_2018.pdf
Valdivia, G. (2021). Logros y desafíos de una política de vivienda sostenible en el Perú. Moneda, (186). https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Moneda/moneda-186/moneda-186-04.pdf
Velarde, F. (s.f). El estado del déficit habitacional en el Perú. Ciudad+. https://ciudadmas.com/urbanismo/deficit-de-vivienda-en-peru/
Fondo Mivienda (2018). Estudio de demanda de vivienda a nivel nacional. https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/154530/presentacion_-_estudio_de_demanda_2018.pdf
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